Ante la urgencia de los retos medioambientales a los que nos enfrentamos, las escuelas pueden proporcionar a los jóvenes el conocimiento, las habilidades y la determinación que necesitan para proteger el futuro del planeta. Dentro de su compromiso por ser una empresa completamente neutra en carbono para 2030, Apple ha entrevistado a dos líderes del sector educativo para saber cómo están integrando los valores de sostenibilidad en sus centros y cómo la tecnología ayuda a los estudiantes a analizar soluciones en sus comunidades.
Entrevista: Educación infantil, primaria y secundaria
Nuestros estudiantes serán los futuros guardianes del planeta.
Descubre cómo Robin Yeats, director de la Greenside Primary School de Londres, en Reino Unido, integra la sostenibilidad en todos los niveles para enseñar a la próxima generación de ciudadanos del mundo. James Tilden, profesor de 4.º curso, opina sobre cómo los profesores pueden ayudar al alumnado dándole voz.
Entrevista: Educación superior
Queremos que nuestros alumnos innoven en primera línea de la industria.
Brad Bergsma, vicepresidente del Northwest Kansas Technical College, en Kansas (Estados Unidos), explica cómo prepara a los estudiantes para un sector tan tecnológicamente avanzado como la agricultura y cómo fomenta unas prácticas de cultivo más sostenibles.
Herramientas y recursos para fomentar la sostenibilidad
Escucha Radio Greenside, el podcast de los estudiantes con la escuela.
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Robin Yeats
Director, Greenside Primary School Londres, Reino Unido
James Tilden
Profesor de 4.º curso, Greenside Primary School Londres, Reino Unido
¿Podríais presentaros?
Robin: Soy Robin Yeats, director de la Greenside Primary School. Somos un colegio público de primaria en Shepherd's Bush, en el centro de Londres. Tenemos 228 estudiantes, un grupo multicultural muy heterogéneo: casi el 50 % de ellos habla inglés, además de otro idioma. James Tilden y yo lideramos la integración de la tecnología de Apple en nuestra escuela.
James: Hola, soy James Tilden, profesor de 4.º en Greenside. Llevo aquí desde enero de 2019 y, hace dos años, empecé a encargarme de las TIC (Tecnología, Información y Comunicación) en el centro. Como Greenside cuenta con un programa de iPad individuales, mi tarea no es solo administrar los dispositivos, sino también integrar la tecnología en el plan de estudios y formar a los docentes que se sienten menos seguros con la tecnología para que encuentren formas nuevas y creativas de usar el iPad en clase.
¿Por qué es importante la sostenibilidad en vuestra escuela?
Robin: Uno de los ejes principales en Greenside es estar preparados para el mundo y asegurarnos de que nuestros estudiantes de hoy sean buenos ciudadanos y líderes en el futuro. Estar preparados para el mundo significa que los alumnos sean capaces de formular opiniones, sepan cómo pueden tener un impacto positivo en el mundo y tengan la capacidad y la confianza para salir y hacerlo. Estos estudiantes serán los futuros guardianes del planeta, así que es nuestra responsabilidad asegurarnos de que les educamos para cuidar de la naturaleza y de sí mismos. Gran parte de nuestro trabajo de sostenibilidad consiste en animarlos a que tengan un impacto positivo, aunque sea a pequeña escala. Pequeños logros marginales supondrán una enorme diferencia.
Nuestra filosofía es: todo es aprendizaje y el aprendizaje lo es todo. Nos apasiona la tecnología y poder integrarla en todo lo que hacemos, por eso cada alumno tiene un iPad, desde 1.º hasta 6.º. Así que no hay ninguna razón para no integrar la sostenibilidad también en todo lo que hacemos en Greenside. De hecho, nuestro primer paso en este camino surgió de una idea tan valiente como gestionar nuestra propia cocina. La calidad de la comida del servicio de catering local era bastante mala. Si no aceptamos una clase de matemáticas o de inglés deficiente, ¿por qué aceptar un almuerzo deficiente? Decidimos encargarnos de la cocina nosotros mismos y comprar verduras frescas y de temporada, cultivadas en el Reino Unido.
A partir de ahí, integrar la sostenibilidad en nuestro plan de estudios no fue difícil: solo requiere un poco más de reflexión y un deseo real de llevarlo a cabo. Por ejemplo, cuando empezamos a lanzar ideas, analizamos el plan de estudios que teníamos y nos preguntamos: «¿Cómo estamos trabajando la sostenibilidad?». En la programación nunca hay tiempo para cosas nuevas, pero decidimos integrar una unidad curricular de geografía para cada curso con un enfoque sobre la sostenibilidad y el consumo de alimentos y moda. Elegimos diferentes alimentos básicos, como el arroz y el maíz, y nos centramos en distintos lugares del mundo donde se cultivaban. Esto nos permitió cubrir los objetivos didácticos marcados en el plan de estudios nacional, como las zonas climáticas y el uso de la tierra, pero todo desde el punto de vista de la sostenibilidad, preguntando a los estudiantes: «¿Cómo se cultivan estos alimentos y por qué? ¿Hay formas mejores de hacerlo?». No usamos tiempo extra para «trabajar» la sostenibilidad, sino que se integró dentro de la asignatura de geografía.
Así que, si te apasiona la sostenibilidad y quieres que forme parte del espíritu de la escuela, tienes que hacer que sea innegociable en todas las asignaturas y cursos.
Así que, si te apasiona la sostenibilidad y quieres que forme parte del espíritu de la escuela, tienes que hacer que sea innegociable en todas las asignaturas y cursos.
Ahora, cuando enviamos la planificación a los profesores cada semestre, hay una pregunta obligatoria: ¿Qué lugar ocupa la sostenibilidad en tu programa? Una vez que la sostenibilidad es innegociable para todos los docentes, de una forma lenta pero segura termina por integrarse. Y ahora estamos en un punto en el que ya no tenemos que decir: «Por favor, ¿puedes hacerlo?», sino que son los profesores quienes van a la dirección y dicen: «Me encantaría hacer esto con el cambio climático, ¿puedo?». Es un cambio de mentalidad.
James: Me gustaría añadir que el éxito de nuestras iniciativas de sostenibilidad también tiene que ver con el uso de nuestro espacio escolar. En Greenside, aprendemos mucho al aire libre, y una parte importante es el huerto escolar, del que se encargan tanto estudiantes como miembros de la comunidad. Cuando llega la época de la cosecha, recogen las verduras que han crecido durante el verano y las llevan a la cocina para preparar la comida.
De esta forma, los estudiantes entienden que la educación no es solo saberse los horarios, sino salir al mundo. Se trata de pensar más allá de las paredes de la escuela y de hacer que los alumnos se responsabilicen y entiendan la importancia de su educación porque, en el futuro, no tendrán a maestros que los guíen.
¿Cómo ha mejorado la tecnología vuestros proyectos de sostenibilidad?
Robin: Queremos que nuestra escuela sea innovadora y esté a la vanguardia de la pedagogía. Queremos asumir riesgos y probar cosas nuevas, y un elemento importante de ello siempre ha sido la tecnología. En cuanto al uso de la tecnología de Apple en la escuela, siempre nos preguntamos: «¿Cuál es la mejor manera de conseguir que nuestros estudiantes sean creativos y colaboren?». Tenemos claro que su futuro estará marcado por la tecnología. Si no la integramos ahora, entonces no les estamos preparando bien para salir al mundo.
Una de las formas en que aplicamos la tecnología en el aula es el Proyecto Suelo, en el que participa todo el centro. Estamos en contacto con un agricultor de Cornualles que tiene campos enormes. Los estudiantes se dan cuenta de que, mientras nosotros averiguamos cómo cultivar las verduras más sabrosas en nuestro huerto, este agricultor se hace las mismas preguntas sobre su tierra y sus productos. Un día lo llamamos por FaceTime con el iPad desde el huerto de nuestro colegio mientras él caminaba por su campo en Cornualles, y los estudiantes pudieron hacerle preguntas sobre los niveles de pH del suelo. Cada clase realizó cinco o seis tipos de pruebas diferentes en el suelo para poder controlar científicamente el impacto de nuestro trabajo. Y esas pruebas se enviaban por AirPlay al aula con el iPad para que todos pudieran verlo en tiempo real. Los estudiantes recopilaron los datos en documentos colaborativos, como hojas de cálculo de Numbers o Documentos de Google, para crear tablas con las que analizar la evolución de la calidad del suelo. Queríamos que los alumnos pudieran realizar una investigación científica real a través de prácticas sostenibles, pero que también tuviera una finalidad tangible para ellos. Cultivan las verduras que luego comen en el colegio. Ver al agricultor y poder relacionar su trabajo con lo que hay en sus platos los ayuda a darse cuenta de que este proyecto no es solo para nosotros en el aula, sino algo que está sucediendo en todo el mundo. Para ellos, tiene sentido.
Nuestra tecnología también nos permite tener un impacto realmente significativo en el consumo de la escuela. Nos preguntamos cómo podíamos usar el iPad y el Apple TV en el aula para disminuir nuestro uso general de papel. Una forma de conseguirlo es la prueba semanal de matemáticas, que antes se imprimía en papel. Ahora enviamos estas pruebas al iPad de cada estudiante o las proyectamos con el Apple TV, lo que nos permite ahorrar 228 hojas de papel cada semana, y todas las semanas hay cuatro o cinco versiones diferentes. Hacemos un seguimiento del consumo de energía, agua y papel en el centro para que los docentes y los alumnos lo sepan. Hay un ahorro financiero y un ahorro medioambiental.
James: Usamos la tecnología de Apple para impartir cualquier tipo de clase. Es la principal herramienta pedagógica para los profesores y puede ser mucho más eficaz que usar un montón de papel. Un buen ejemplo es un proyecto en el que los estudiantes representaron la sostenibilidad a través de un collage. Usaron una app para crear collages artísticos y el resultado fue un par de piezas realmente brillantes que ahora adornan las paredes del colegio. Podríamos haberlo hecho buscando revistas y cortando trozos, pero era más rápido y claramente mucho más sostenible en términos medioambientales usar el iPad.
Habladnos sobre el podcast de vuestro colegio.
James: El podcast se llama Radio Greenside y está en Apple Podcasts. Es nuestro canal oficial de podcasts y ahí publicamos diferentes programas. Hay un episodio especial de noviembre de 2021 llamado Informe Especial COP26. Todo el colegio estaba aprendiendo sobre la COP26 y la importancia de que los gobiernos del mundo se unan para solucionar el cambio climático. Así que, para este episodio, invité a algunos alumnos a venir y aprender a presentar un podcast. Después, en abril de 2022, hicimos un episodio sobre sostenibilidad en la comida y la moda relacionado con las clases de geografía que Robin mencionó antes. Al final de cada semana de esa unidad de geografía, todos los estudiantes de 1.º a 6.º escribían una reflexión en forma de guion para el podcast. Elegí a unos cuantos alumnos y los ayudé a editar sus guiones y a ensayar al final de ese semestre. Lo grabamos con nuestro equipo y lo editamos usando GarageBand en el MacBook Air. Así que utilizamos la tecnología para crear un podcast que en realidad es un magnífico informe multimedia de su aprendizaje. Su publicación en Apple Podcasts ofrece a los estudiantes una plataforma global para proyectar su aprendizaje y les da confianza para compartir sus conocimientos y su visión sobre el mundo.
El 81 % de los jóvenes en Reino Unido afirma que le gustaría hacer más por el medio ambiente.
El 81 % de los jóvenes en Reino Unido afirma que le gustaría hacer más por el medio ambiente.1
La mayoría de los episodios del canal son el boletín mensual de nuestra escuela, que yo llamo Radio Newsletters. Hemos recortado la versión en PDF del boletín y ahora muchas cosas van en la versión podcast. De este modo, los alumnos pueden compartir lo aprendido en el aula y luego divulgarlo entre la comunidad de Greenside. Se trata de que asuman una responsabilidad, al mismo tiempo que reduce la carga de trabajo para nosotros.
¿Qué impacto y qué respuesta han tenido los podcasts y el resto de iniciativas de sostenibilidad?
Robin: Tratamos de mostrar a los estudiantes que pueden tener un impacto en el mundo, incluso en esta pequeña parcela que es la Greenside Primary School. Si puedes hacerlo aquí a pequeña escala, cuando salgas al mundo, las decisiones que tomes tendrán un impacto aún mayor. Una de mis anécdotas favoritas que lo demuestra es de una estudiante de seis años que vino durante la unidad de Sostenibilidad de Alimentos y Moda. Nos contó que estaba de compras con su madre, que se iba a comprar ropa hecha con tejidos sintéticos, y me dijo: «No dejé que mi madre se comprara nada hasta que escuchara el último episodio de Radio Greenside en el que participo, porque ¡claramente se perdió ese episodio!».
James: Es un gran ejemplo de que queremos que los alumnos sientan que no son solo estudiantes, sino ciudadanos del mundo. Porque, gracias al podcast, sus voces llegan a todo el mundo, y lo digo literalmente: si miras nuestras estadísticas, nuestra audiencia está en todas partes. Que los alumnos sean capaces de escribir para un público más amplio les da nuevas habilidades y una plataforma de mayor alcance para expresar sus opiniones sobre los problemas reales de la sostenibilidad, como en nuestro episodio de la COP26. La tecnología como el iPad les ayuda a investigar diferentes elementos del mundo, y el podcast también les permite ampliar su aprendizaje. Nuestro objetivo era que los estudiantes vinieran y pidieran hacer su propio podcast, y así ha sido. Algunos alumnos con un interés especial por la lectura se juntaron y se ofrecieron voluntarios para organizar un nuevo programa, el Greenside Bookworm Show.
Y las familias están encantadas. Uno de los mayores atractivos del Radio Newsletter es que el audio es más fácil de entender para las familias que no hablan inglés como primer idioma. Hace dos días, me encontré en la sala de profesores con una madre que trabaja aquí, y me dijo que en el chat de su grupo de padres comentaban que les había gustado mucho el último episodio de Radio Greenside y que les gustaría que hubiera más. He ido a conferencias para compartir este trabajo y ahora estoy hablando con algunas escuelas del norte de Londres sobre cómo podrían empezar a crear podcasts en sus centros.
Robin: Y en lo que respecta a la comida, todos los productos locales que obtenemos y los alimentos que cultivamos en el huerto van a los menús del centro o a los que preparamos los viernes para un albergue cercano de personas sin hogar. Todo lo demás se vuelve a compostar en nuestro jardín. También hacemos divulgación dentro de la comunidad de Greenside, elaboramos pan en la micropanadería de nuestra cocina con trigo cultivado en nuestro huerto o harina de nuestro proveedor ecológico, que utiliza prácticas de agricultura regenerativa. Los viernes preparamos un montón de pan de masa madre y de bollos de canela, y los ponemos a la venta en la comunidad siguiendo el modelo de que cada persona pague lo que pueda. Todo el mundo tiene derecho a acceder a comida de buena calidad y no a preparados con 17 ingredientes. Nuestro pan solo tiene harina, agua y levadura. En algún momento, todo el mundo en Greenside ha hecho pan; incluso nuestro conserje ha alimentado la masa madre que usamos como prefermento.
Durante el año académico 2021–2022, se han preparado 750 comidas para personas sin hogar utilizando excedentes.
Durante el año académico 2021–2022, se han preparado 750 comidas para personas sin hogar utilizando excedentes.2
James: Si te das una vuelta por el centro los viernes a la hora de la salida, puedes ver a los estudiantes con bollos de masa madre, ¡que se van comiendo por el camino! Creo que ahora aprecian más la calidad de los alimentos.
¿Qué consejo daríais a un responsable de un centro educativo que quiera dar el primer paso para priorizar la sostenibilidad en su escuela?
Robin: Que sea innegociable. Al trazar tus valores desde arriba, pregúntate qué es lo que te apasiona que aprendan tus estudiantes. ¿En qué crees por encima de todo? Y luego intégralo y haz que sea innegociable. Observa tu comunidad, tu contexto, tu zona, y decide qué es lo que te va a funcionar. Nosotros decidimos centrarnos en la comida, pero tu punto de partida debe ser algo que sea relevante para ti, tu contexto y tu comunidad para que realmente tenga aceptación. Y debe ser coherente. Si quieres trabajar por la sostenibilidad y tu proyecto solo dura una semana, está muy bien, pero se acabará perdiendo. Tratamos constantemente de crear una cultura donde las cuestiones de sostenibilidad y las prácticas sostenibles sean prioritarias tanto para profesores como para estudiantes. Nos aseguramos de que se planteen estas preguntas todo el tiempo, para saber que estamos educando a personas que siempre tendrán estas cuestiones medioambientales en mente.
James: Y, una vez que todos los maestros empiezan a verlo a diario, resulta imposible ignorarlo. Si mañana entrara por la puerta un nuevo docente que no tuviera ni idea de cómo enseñar sostenibilidad, le abrumaría ver cómo la gente reflexiona sobre este tema y encontraría formas de hacerlo posible. Porque, al final, es el día a día.
Robin: Como dice James, cuando llegas y ves todas las formas en las que la gente quiere abordar la sostenibilidad, te das cuenta de que, poco a poco, empieza a tener un efecto dominó dentro y fuera de la escuela, porque sirve de inspiración para los demás.
Una de las cosas que siempre recuerdo a la gente sobre Greenside es que llevamos siete años en esto. Por eso, cuando la gente ve que tenemos un huerto, un podcast y producción de alimentos sin desperdicios en una cocina propia con micropanadería, nos dicen: «¿Cómo podríamos llegar a eso?». Pero cada uno de esos pequeños elementos surgió de una persona, y se fueron sumando hasta que, siete años después, tenemos todas estas iniciativas.
Así que el punto de partida debe ser que la sostenibilidad tenga la importancia suficiente como para ser innegociable. Y, en segundo lugar, piensa en tus alumnos, tu comunidad, tu zona y los recursos tecnológicos con que cuentas o que puedes poner en marcha para llevarlo a cabo. En nuestro caso, la sostenibilidad va unida a un profundo compromiso con la comida, y es genial porque todo el mundo puede llevarse un poco a casa. Este es nuestro principal motor en Greenside: crear un programa de aprendizaje holístico basado en el aprendizaje experimental e impulsado por la tecnología, la alimentación, la naturaleza y la sostenibilidad. Todos estos elementos ayudan a los alumnos a comprender que sus logros marginales y cotidianos son muy, muy importantes. Aunque pienses que es algo pequeño, estás marcando la diferencia.
Brad Bergsma
Vicepresidente de Tecnologías de la Información Northwest Kansas Technical College Kansas, Estados Unidos
Por favor, preséntate.
Soy Brad Bergsma, vicepresidente de Tecnologías de la Información en el Northwest Kansas Technical College, en Goodland, Kansas. Ofrecemos 18 programas técnicos diferentes, muchos de los cuales están estrechamente vinculados a la agricultura, que es la principal industria de la región. Lo que nos hace únicos es que la mayor parte de nuestro plan de estudios lo dirigen nuestros socios industriales, que forman un comité asesor para cada programa, de modo que nuestros alumnos adquieren las competencias necesarias nada más recibir su título.
Pensamos que nuestro éxito se debe al reducido tamaño de nuestras aulas y a la calidad del profesorado, y también al hecho de que todos los estudiantes tengan acceso a dispositivos como el iPad y a aulas informáticas equipadas con Mac. Ofrecemos programas sobre todo tipo de materias, desde tecnología diesel hasta computación en la nube y agricultura de precisión.
En particular, nuestro programa de agricultura de precisión está muy orientado a la tecnología, porque se trata de aprender constantemente e incorporar innovaciones como la cartografía por GPS, la cartografía del suelo y los sensores para desarrollar prácticas agrícolas eficientes. Todo esto lo probamos en nuestra granja universitaria y así vemos qué funciona mejor para nuestro clima y nuestras plantas. Enseñamos a los estudiantes a estar bien equipados para este tipo de avances tecnológicos, y que así puedan tener éxito en una industria que avanza muy rápidamente. Antes incluso de graduarse, ya están aplicando soluciones tecnológicas en su comunidad que son más económicas para los agricultores y más sostenibles para la región.
Cuéntanos más sobre el programa de agricultura de precisión. ¿Cómo encajan los valores sostenibles dentro del programa y de la industria en general?
Esta parte del mundo es muy árida y hay mucho viento. Hay una necesidad cada vez mayor de encontrar soluciones para reducir el uso de agua, así como de herbicidas, pesticidas y fertilizantes. El avance de la tecnología en las últimas décadas ha impulsado un uso eficiente de los recursos, y nuestro programa de agricultura de precisión comenzó porque nuestros socios de la industria estaban reaccionando a los cambios tan rápidos que se estaban produciendo.
La sostenibilidad comienza literalmente desde abajo, con la salud del suelo, e implica tener una visión más pequeña y pixelada del aspecto real del campo. Por ejemplo, ahora tenemos la capacidad de mapear y plantar con precisión de cero a 100 000 semillas con una precisión de menos de un centímetro. Antes, se veía un campo gigante de tierra marrón, pero con la cartografía del suelo se puede apreciar que tiene seis tipos de suelo diferentes. A partir de ahí, es posible analizar la salud del suelo y la disponibilidad de nutrientes en esos pequeños píxeles y tomar decisiones basadas en los datos. La tecnología ha avanzado tanto que hace 20 años los tractores eran poco más que bicicletas tuneadas. Ahora se parecen más a la cabina de un avión y necesitamos personas cualificadas para manejarlos. El objetivo de nuestro programa es que los estudiantes se pregunten qué pueden hacer para ayudar a que el suelo esté lo suficientemente sano para seguir produciendo.
Al final, nuestros productores piensan en cómo gestionar sus explotaciones para que el suelo y los recursos hídricos de la región se mantengan bien durante generaciones. Es difícil encontrar un agricultor que no esté haciendo planes para que sus niños y nietos regresen para llevar la granja familiar. Lo que se busca es mantener este negocio y nuestra tierra sanos para que las próximas generaciones puedan volver.
¿Puedes contarnos cómo la tecnología ha dado forma a la industria y cómo vuestro programa la integra en el aprendizaje?
Una de mis herramientas favoritas en el aula es un laboratorio de cultivo interior programable, de unos 6 metros de largo por 3 de ancho. La programación es una gran iniciativa para todos en este momento, y enseñar la lógica de este laboratorio de cultivo es bastante simple. Aquí se usan bloques de programación sencilla para crear comandos. Se pueden realizar experimentos a pequeña escala en el jardín y probar elementos como la humedad del suelo y la intensidad de la luz. Hacemos experimentos y planteamos preguntas como: «¿Qué tipo de planta crece mejor en este suelo? ¿Qué pasa si desbrozamos esta zona y no esa otra?». El laboratorio de cultivo está conectado a un iMac y el escáner de suelo está enganchado a un iPad que analiza aspectos como el pH y el contenido de nitrógeno.
También tenemos una granja universitaria al aire libre de casi un kilómetro cuadrado donde probamos nuevas tecnologías y técnicas que nos han permitido reducir drásticamente el consumo de agua. Por ejemplo, hemos probado sondas de agua que se conectan a un iPad para poder controlar la humedad del suelo y la actividad de las raíces, y así empezar a reducir la cantidad de riego. Antes, lo normal era abrir el grifo cuando la superficie de la tierra se secaba. Sin embargo, la lectura de la sonda en el iPad podría mostrar que la planta tiene un desarrollo hacia abajo de unos 60 centímetros y que el perfil del suelo está relativamente saturado. Por tanto, aunque parezca que la tierra está seca en los 5 centímetros superiores, no es necesario regar la planta. Todo el mundo es consciente del problema que tenemos con el agua en este clima tan árido y, si desaparece, no podremos vivir aquí. Por eso, en la granja de nuestra universidad podemos mostrar a nuestra comunidad cómo aplicamos la tecnología y permitir a la gente que venga y pruebe las técnicas que hemos puesto en marcha.
de litros de agua ahorrados al año
Después de implementar la nueva tecnología en 2018, la granja escolar redujo el consumo de agua un 43 % de promedio al año. Eso son casi 160 millones de litros de agua al año.
de litros de agua ahorrados al año
Después de implementar la nueva tecnología en 2018, la granja escolar redujo el consumo de agua un 43 % de promedio al año. Eso son casi 160 millones de litros de agua al año.*
Tenemos un distrito local de gestión de aguas subterráneas que nos apoya mucho y que ha visto nuestro éxito. El uso del agua sigue siendo un problema aquí, y la administración estatal decidió usar nuestra zona como modelo de lo que otros condados podrían y deberían hacer. Nuestros estudiantes ayudan a los productores locales a instalar sondas de humedad y a leer los datos con el iPad o el iPhone. Las explotaciones con las que trabajamos el año pasado abarcaban cuatro condados en aproximadamente 13 000 kilómetros cuadrados y, en general, conseguimos reducir el consumo de agua un 20 %. Empezamos con 25 productores y el año que viene queremos duplicar nuestro impacto. De hecho, esta primavera se va a aprobar una ley que espero que anime a otros lugares de nuestro estado a adoptar prácticas similares.
Si esta nueva tecnología puede ayudar a los agricultores a ser más sostenibles y eficientes, ¿qué les decís a todos los que aún tienen dudas?
Tal y como está la agricultura hoy en día, el iPad y el iPhone ya forman parte del negocio. En lugar de conducir 80 kilómetros para comprobar todos los aspersores cada mañana, basta con coger el teléfono. La industria se ha decantado por el iPad porque es fácil de usar y también es portátil y resistente. Durante la planificación y la recolección, la mayoría de los agricultores obtendrán información sobre la cosecha, la aplicación de fertilizantes y otros datos en dos o incluso tres pantallas de iPad dentro de sus tractores. El concepto de oficina al uso aquí no existe: la mayoría de los productores te dirán que su oficina está en el asiento delantero de una camioneta.
Pero aún hay un problema de confianza a la hora de adoptar nuevas tecnologías. Para algunos agricultores más tradicionales, si no funciona la primera vez, se acabó. Como nos sucede a todos, el miedo a lo desconocido puede suponer una traba pero, si ese miedo desaparece, tendremos más posibilidades de generar un impacto positivo. Así que respondemos a las necesidades de estos agricultores. Queremos que nuestros alumnos tengan mucha experiencia en recopilar datos e identificar necesidades y, con ello, que tengan la capacidad de cartografiar y supervisar lo que ocurre bajo el suelo. Porque tener un montón de datos no sirve de nada si no se usan para algo.
Hemos recibido una subvención del Departamento de Agricultura para ampliar los talleres educativos de fin de semana sobre nuevas tecnologías y técnicas en la zona y en los congresos, y ahora tenemos un coordinador dedicado a la divulgación. Pero la labor de divulgación no solo beneficia a los agricultores, sino también a nuestros estudiantes.
Van a las comunidades como defensores de la tecnología y muestran a los agricultores cómo la inversión vale la pena a largo plazo. Los estudiantes están cambiando la cultura de la tecnología a nivel local.
Van a las comunidades como defensores de la tecnología y muestran a los agricultores cómo la inversión vale la pena a largo plazo. Los estudiantes están cambiando la cultura de la tecnología a nivel local.
El programa de agricultura de precisión es específico del sector, pero los líderes educativos pueden ver cómo adoptar esta tecnología puede facilitar el éxito de los estudiantes. ¿Qué impacto quieres que tengan tus alumnos en la industria?
Ante todo, queremos que innoven en primera línea y que estén a la vanguardia porque entienden la tecnología. Por eso, mientras están en el Kansas Tech, los apoyamos poniendo a su alcance las mejores herramientas y las más novedosas. Tenemos un grupo grande y ecléctico de jóvenes de las zonas rurales y urbanas, así que nuestro objetivo es darlos a conocer y mostrarles lo que pueden hacer con la tecnología adecuada, sabiendo que ya son nativos digitales. Perdón por el juego de palabras, pero esperamos plantar la semilla y ver cómo crece. En el primer año del programa, los estudiantes se llevan una visión de conjunto de la tecnología y la información que tienen a su disposición. Después, en el segundo año, como tenemos la capacidad de aplicar todo eso en nuestra granja, podemos dejar que caminen solos y usen las herramientas para tomar sus propias decisiones y liderar su propio aprendizaje.
Para ello, necesitábamos contar también con el personal. Con el paso de los años, la integración de la tecnología se ha convertido en algo natural en cada uno de nuestros programas. Hemos optado por dejar que nuestros profesores avancen a su propio ritmo. Buscamos ese equilibrio de guiarlos y animarlos con los recursos de Apple Teacher, pero sin empujarlos al vacío.
Los agricultores son quienes cuidan de verdad la tierra. Les interesa que la tierra esté lo más sana posible, porque la tierra es su sustento. Incluso si hablas con el más viejo y gruñón de los granjeros, te dirá que cuidar la tierra es como cuidar a un niño. Lo que a menudo se pasa por alto cuando se comienza a hablar de agricultura es que la mayoría de la gente no entiende de dónde vienen sus alimentos ni el volumen de comida que se necesita para alimentar a una población mundial. Ya sea por razones puramente económicas o de sostenibilidad, creo que la mayoría de los agricultores se sienten realmente obligados a alimentar al mundo. Nuestros estudiantes y nuestra universidad tratan de resolver cómo podemos ayudar a esta industria a mejorar y mantenerse durante otros 100 años.
* Aviso legal: Los datos mostrados en este documento han sido facilitados por los propios centros educativos. Apple no ha participado ni en la recopilación ni en el análisis de estos datos, ni tiene constancia de la metodología empleada.